“Hechos de este tipo se han repetido en otros sectores de la ciudad como el complejo Deportivo Patricio Mekis, el ataque incendiario a la municipalidad, el robo de cables, tapas y rejillas, afectando el diario vivir de nuestros vecinos y vecinas y, ahora también nuestros animales”, señaló el alcalde Juan Ramón Godoy.
Por cuarta vez 3 meses, el Canil Municipal de Rancagua ha sido víctima de vandalismo. La mañana este miércoles, la encargada del espacio destinado a la contención y cuidado de perritos sin hogar se percató que no había electricidad y, al revisar el medidor de electricidad, constató que nuevamente había sido destruido.
Esta es una situación que se ha reiterado en varias oportunidades. Sin ir más lejos, el medidor ya había sido destruido en cuatro ocasiones, por lo que personal municipal debió confeccionar una caja para su cuidado. Sin embargo, no fue suficiente, pues solo un mes más tarde volvió a ser intervenido.
Estos hechos afectan directamente a los perritos que permanecen en el lugar, ya que deja sin suministro eléctrico la sala de cuidados y post operatorios, además del espacio destinado para los cachorros que necesitan otros cuidados, sumado al personal que diariamente trabaja en el Canil Municipal, que ahora deberá esperar entre 5 a 6 días para la reposición del medidor.
Al respecto, el alcalde Juan Ramón Godoy fue enfático al señalar que “condeno este tipo de actos que no pueden seguir ocurriendo en nuestra ciudad. Hechos de este tipo se han repetido en otros sectores de la ciudad como el complejo Deportivo Patricio Mekis, el ataque incendiario a la municipalidad, el robo de cables, tapas y rejillas, afectando el diario vivir de nuestros vecinos y vecinas y, ahora también, nuestros animales”.
Por su parte, el concejal Manuel Villagra comentó la situación, indicando que “no es primera vez que ocurre este acto vandálico que indudablemente no se entiende. No es un robo, es solo hacer un daño a la gente que trabaja en el lugar y a los animalitos (…) hoy día la solución radica en que el canil se traslade a otro lugar. Y, más inmediato, la otra solución es implementar vigilancia o cámaras de seguridad”.
Finalmente, la concejala Valentina Cáceres también se refirió a lo ocurrido, puntualizando que “es un hecho lamentable y condenable, entendiendo que es un espacio de albergue para aquellos animalitos que se encuentran en situaciones de calle y de extremo abandono (…) Hago un llamado a la comunidad a estar más consciente de este espacio que es único y que brinda una tremenda labor social con los perritos y perritas de Rancagua”.