El ex campamento minero recibió a autoridades nacionales y regionales, quienes recorrieron la “ciudad de las escaleras” y visitaron algunos de los históricos edificios del lugar, que en 2006 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Con tres pies de cueca, a 2.140 metros de altura, autoridades nacionales y regionales, junto con ejecutivos de la División El Teniente, dieron inicio a la celebración del Día Mundial del Turismo en el ex campamento minero Sewell.
“Sewell demuestra lo que es nuestro patrimonio, la combinación entre la naturaleza, la construcción y la maravilla que nos regalaron los antepasados que se esforzaron para vivir aquí”, señaló la subsecretaria de Turismo, Verónica Kunze.
Kunze destacó “el trabajo conjunto y colaborativo” que ha llevado adelante la División, la Fundación Sewell y el Estado en la restauración y preservación de los inmuebles de la llamada “ciudad de las escaleras”, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006.
La directora nacional (s) de Sernatur, Beatriz Román, relevó la celebración de la efeméride “después de dos años de pandemia y, además, en un lugar patrimonial que aporta a repensar el turismo, que es el lema que tenemos este año”.
Pablo Silva, gobernador regional de O’Higgins, afirmó que Sewell “es un lugar importante y una muestra de arquitectura de la que queda muy poco, así que agradecemos a El Teniente y a la Fundación Sewell el esfuerzo por recuperar cada vez más espacios”.
Al finalizar el recorrido, que incluyó visitas por El Teniente Club, el “Palitroque”, la capilla y el Museo Minero, además de dos edificios residenciales de la época, que cuentan con mobiliario original y recuperado, la seremi de las Culturas, Artes y Patrimonio, Flor Ilic, celebró que en Sewell se potencien el turismo, la cultura y el patrimonio.
“Fue emocionante ver este lugar, recorrerlo y conocer el trabajo que hay detrás para sostener el patrimonio, restaurarlo, conservarlo. Agradecemos a la Fundación Sewell y a Codelco por el trabajo extraordinario de conservación que hace que podamos disfrutar de esta joya y, realmente, volver un poco al pasado”, expresó Ilic.
Polo turístico para la región
Parte fundamental en la historia de la región, el ex campamento Sewell data de 1905, cuando el Ministerio de Hacienda autorizó la explotación del yacimiento El Teniente. En aquel entonces, el asentamiento era conocido como El Molino, y no fue sino hasta una década más tarde que recibió su nombre definitivo.
“Sewell tiene valores que lo hacen único y que generaron su reconocimiento. Es un lugar que encierra una parte de la historia muy importante de Chile, que es la industrialización del cobre, y que llegó a albergar a 15 mil personas. Hoy se siguen haciendo trabajos y se logra una comunión entre la producción minera y el desarrollo del patrimonio”, explicó Simón Mackay, arquitecto y director ejecutivo (i) de la Fundación Sewell.
Previo a la pandemia, el ex campamento minero era un foco de atracción importante. “Recibíamos unas 12 mil personas anuales. Muchos colegios venían para acá y también extranjeros. Por la pandemia cerramos al público, pero estamos trabajando para retomar el turismo”, dijo Mackay.
Germán Sandoval, gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos de la División El Teniente, aseveró que “el esfuerzo que hacemos a través de la División, y particularmente de la Fundación Sewell, en mantener y restaurar este sitio patrimonial, finalmente desemboca en el orgullo que sentimos por la historia y el interés que tenemos para que sea conocida”.
“Un interés de nuestro gerente general y de todo el equipo ejecutivo de la División es retomar la actividad turística en Sewell. Ese propósito está asumido y las condiciones nos permiten avanzar en la reapertura. Durante 2023, Sewell volverá a su normalidad como sitio turístico y orgullo de El Teniente y de la región”, agregó Sandoval.