Por: Manuel Polgatiz
Periodista Deportivo
Jugar, doblegar al rival y ganar, son sin duda alguna, tres conceptos que todo equipo profesional de fútbol añora, porque se trata de un exilir fabuloso, una especie de droga dura alucinante momentanea y temporal. Disfrutar, gozar y sentir tranquilidad, eran emociones ya casi extintas en estadio El Teniente.
Me atrevo a decir, que hace casi un año, los hinchas no sentían ese deseo de irse antes del recinto, porque en cancha ya estaba todo dicho. Sin ser una aplanadora ni mucho menos, O’Higgins trazó su partido más sólido, libre de peligros y zozobras que nunca estuvieron cerca del portero Peranic.
Las dudas generadas en Copa Chile, quedaron solo aquella disputa, pues, en Rancagua apareció el equipo de Víctor Fuentes, aún con freno de mano, pero que desata su furia en los bordes punzantes que ahora ostenta, con Zapata y Tapia liderando las carreras.
La segunda rueda del campeonato, es otra cosa muy distinta a la primera y nada que ver con el futuro no escrito. Todo va a depender de la mecanización del trabajo, del rendimiento colectivo y por sobre todo, del desarrollo personal de cada futbolista.
Fue grato apreciar la movilidad y conexión de Buonanotte; el despliegue físico del capitán; la correcta presentación de Navarro y la solidez de Díaz. Sin embargo, este paso adelante en la arquitectura del juego, no tendrá razón de ser, si con Colo Colo el próximo sábado (17:30 horas), las fuerzas decaen y los principios se tranzan por un resultado mezquino.
El triunfo justo ante Copiapó, por más mala que sea la oncena Basay, enseña un camino. Muestra el sendero perdido y comienza a cimentar un estructura con bases y pilares. En la oscura y sucia bodega quedó ese elenco sin timón, que navegaba por aguas grises inmundas, contaminadas por entrenadores de dudosa reputación, supervisados por conspicuos representantes que meten plata en las casas de apuesta para llenar sus bolsillos.
Hay un libro abierto para leer y recorrer. Los “Celestes” tienen en sus pies, la decisión hacer felices a sus seguidores. Trabajo, esfuerzo, humildad y personalidad, de cara al resto del año. Allí está la tarea y sé que la van a cumplir.